El Árbol de la Vida

Más allá de una obra cinematográfico, nos encontramos ante una experiencia visual que rompe todo paradigma fílmico y artístico para ir de lleno a la psique humana.

El escurridizo Terrence Malick reta a la producción convencional del cine con una historia llena de significado y simbolismo que puede llegar a ofender a mucha, mucha gente. Pero ¿realmente estamos ante   un hito de la historia del cine? 

En su nueva cinta, Malick vuelca todos sus cuestionamientos y pensamientos sobre la vida en una obra que paralelamente, nos expone el principio de los tiempos y la turbulenta historia de una familia ordinaria en el pueblo de Waco, Texas en la década de los 50.

¿Cautivante, mágica, aburrida, inexplicable? Estos han sido algunos adjetivos que han calificado a esta película pero si hay algo que puedo explicar sin duda alguna, es que esta cinta no es algo a lo que se le pueda tener simpatía o no. El Árbol de la Vida es sólo una interpretación de un autor, una explicación de cómo Dios, el hombre y la naturaleza son 3 fuerzas que rigen la vida de todo lo que existe en el mundo. Pero entonces ¿Cuál de éstas es la más fuerte o trascendente en la historia del planeta?

Es difícil decirlo. Para todo religioso, Dios es el único poder sobre la Tierra, capaz de cambiar el curso de la humanidad y de sus creaciones. Para el ojo de casi cualquiera, podríamos decir que el hombre es el que rige el curso de este mundo con sus acciones, ya sean para bien o para mal y; finalmente, tenemos a la naturaleza, una fuerza subestimada que guarda en cada una de sus partículas la verdadera esencia de la vida misma.

Dios/Hombre/Naturaleza. Malick nos pone en los zapatos de Jack (Sean Penn), un arquitecto que vive con un peso encima desde hace muchos años. Durante el desarrollo de la historia, poco a poco conocemos cómo fue la vida de Jack. Malick representa a la humanidad a través de él, un chiquillo pueblerino con una madre compasiva y un padre represivo y autoritario. ¿Tenemos aquí a la representación de un Dios amoroso y el de un Dios vengativo? Jack se enfrente estas dos entidades tal y como el hombre ha enfrentado a su Dios a través de toda la historia.

Con su madre (Jessica Chastain), Jack se muestra libre y feliz pero a veces retador y despreocupado de lo que ella le pueda hacer. Por el otro lado, su relación con el padre (Brad Pitt) es de miedo y respeto. El reflejo de la relación dios-hombre es evidente y nos hace preguntarnos ¿Tiene el hombre miedo a Dios por naturaleza o por la enseñanza de sus semejantes?

En la película existe también una referencia a Job. ¿La desgracia cae en los hombres a pesar de amar y temer a Dios? Malick responde a esta pregunta nuevamente con la familia O'Brien. La muerte de uno de los hermanos de Jack hace a su padre darse cuenta de lo duro que fue con su hijo. ¿Dios perdona? ¿Dios comete errores?

Finalmente, otro tema muy importante dentro de la trama es la pérdida de la inocencia y de la fe. Jack comete algunas travesuras más allá de la conducta infantil. El maltrato animal y el hurto de ropa íntima ajena lo llevan hacia nuevos horizontes desconocidos para él. La culpa lo lastima, lo hace sentir impuro pero hay algo en él que le incita a hacerlo, a pensar en que fue excitante o divertido, la naturaleza humana.

Con una narrativa muy poco convencional, Malick se inclina por las imágenes. La fotografía permite al espectador de darse cuenta de lo grandioso que la naturaleza ha provocado durante millones de años y al mismo tiempo, presentarnos la insignificante vida de una familia de Texas. Sin embargo, la insignificancia de la familia O'Brien adquiere un grado casi universal al contraponerla con la creación de la vida. El hombre, tan pequeño y tan frágil es un milagro del universo, del caos, del orden, de la naturaleza.

Durante el viaje que hacemos por todo el inicio de los tiempos, nos topamos con una metáfora que guarda un significado universal y en sí, un mensaje importante. Un dinosaurio se encuentra herido a la orilla del río. El grupo con el que viajaba huye rápidamente cuando un depredador los acecha peligrosamente. El animal herido se encuentra a merced del depredador y su fin parece inminente. Cuando el carnívoro lo encuentra, lo huele, lo ve, lo siente. Éste le pisa la cara y durante unos segundos nada ocurre. La naturaleza debe seguir su camino, pero no, el depredador lo deja y huye corriendo río abajo. El camino de la gracia y el de la naturaleza. ¿Puede el hombre aprender de ambos modos? Malick en verdad nos pone a prueba.

Mis argumentos en contra de esta película son pocos pero considerables. Como amante del cine, he aprendido a apreciar una forma de narrativa. Algunos pueden contrariarme al establecer que la narrativa de Malick es un hito y una nueva manera de contar una historia, sin embargo y muy personalmente, ésta no sería mi manera de incurrir en la cinematografía.

El punto de vista de Malick es muy interesante y nos lleva a preguntarnos un sin fin de cosas pero, nuevamente, no lo comparto. ¿Por qué? Irrelevante.

Sí. Muchos podría considerar El Árbol de la Vida como una obra maestra del séptimo arte. Para mí, El Árbol de la vida va más allá de cualquier cuadro o toma, la cinta se incrusta en nuestra mentes no como una cinta, sino como una reflexión, una grandiosa y caótica reflexión.

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